La celulitis es una alteración estética del tejido adiposo (graso) que se puede observar en zonas como muslos, glúteos y caderas. La apariencia de la piel es irregular y se forman nódulos o un aspecto irregular al pellizcarla. También se conoce como «piel de naranja». Está presente en gran parte de la población, sobre todo en mujeres, y se encuentra condicionada por factores hormonales y genéticos, pero también de estilo de vida. Sobre estos últimos es dónde podremos incidir más para mejorarla. Existen varios grados de afectación, los casos más severos necesitarán una derivación médica. Las cremas (o geles) reductoras y anticelulíticas son cosméticos que suelen combinar ingredientes de acción térmica y de mejora de la microcirculación local con lipolíticos (como la cafeína). De esta manera, contribuyen a «romper» estos depósitos grasos y a movilizarlos gracias a la activación de la circulación de la zona. Podemos notar una sensación de frío o calor (efecto rubefaciente). Estos cosméticos también suelen incorporar ingredientes retexturizantes y que mejoran la elasticidad y firmeza de la piel. Podemos favorecer la penetración de estos productos con un buen masaje en sentido ascendente y la exfoliación semanal del área a tratar. A nivel de estilo de vida, podemos contribuir también a reducir su presencia. El seguimiento de una dieta equilibrada y la realización de ejercicio físico son fundamentales. Otros consejos útiles son: beber agua suficiente, evitar tóxicos como el alcohol y el tabaco, no llevar ropa demasiado ajustada que dificulte la circulación o mantener un buen tránsito intestinal.